La Iglesia Apostólica es una denominación cristiana que tiene sus raíces en el movimiento de avivamiento que surgió en los Estados Unidos a principios del siglo XX. Fundada en 1901 en Los Ángeles, California, por Florence Crawford y William J. Seymour, la Iglesia Apostólica se caracteriza por su énfasis en la experiencia pentecostal, la administración de los sacramentos y una comprensión particular de la estructura y el liderazgo eclesiástico.

Orígenes e Influencias: La Iglesia Apostólica tuvo sus comienzos en el contexto de lo que se conoce como el “avivamiento de la calle Azusa”. William J. Seymour, un predicador afroamericano, fue uno de los líderes clave de este avivamiento. En 1906, se abrió una misión en la calle Azusa en Los Ángeles, donde se dice que ocurrieron experiencias de hablar en lenguas y otros dones espirituales similares a los relatos de la Iglesia primitiva en el libro de los Hechos.

Creencias y Enseñanzas: La Iglesia Apostólica se adhiere a varias creencias y prácticas que la distinguen dentro del espectro cristiano:

1. Bautismo en el Espíritu Santo: La Iglesia Apostólica enfatiza la importancia de recibir el bautismo en el Espíritu Santo como una experiencia separada y subsiguiente a la conversión cristiana. Esto se caracteriza por la manifestación de dones espirituales, como hablar en lenguas.
2. Sanidad Divina: La creencia en la sanidad divina es un aspecto central de la teología de la Iglesia Apostólica. Los miembros de la iglesia creen en la capacidad de Dios para sanar enfermedades y dolencias físicas a través de la oración y la fe.
3. Liderazgo Apostólico: A diferencia de algunas otras denominaciones, la Iglesia Apostólica aboga por un liderazgo apostólico que sigue el modelo de los apóstoles del Nuevo Testamento. Esto puede incluir líderes apostólicos, profetas y otros ministerios.
4. Unicidad de Dios: La Iglesia Apostólica sostiene una doctrina de la unicidad de Dios, lo que significa que creen en la existencia de un solo Dios que se ha manifestado en diferentes modos: como Padre en la creación, como Hijo en la encarnación de Jesucristo y como Espíritu Santo para guiar y empoderar a los creyentes.

Estructura Organizativa: La Iglesia Apostólica generalmente se organiza en una estructura jerárquica que incluye apóstoles, obispos, pastores y otros líderes eclesiásticos. Cada iglesia local puede tener su propia estructura interna, pero en general, se valora la autoridad espiritual y la dirección de los líderes apostólicos y proféticos.

Desarrollo y Diversificación: Con el tiempo, la Iglesia Apostólica ha experimentado diversificación y divisiones, lo que ha dado lugar a múltiples ramas y movimientos dentro de su conjunto. Algunas de estas ramas pueden tener matices teológicos y prácticos ligeramente diferentes.

En resumen, la Iglesia Apostólica es una denominación cristiana que surgió en el contexto del avivamiento pentecostal en el siglo XX. Se caracteriza por sus creencias en la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo, la sanidad divina, el liderazgo apostólico y la unicidad de Dios. Su estructura organizativa se basa en una jerarquía que incluye líderes apostólicos y otros ministros. Aunque ha experimentado diversificación, sigue siendo una parte influyente del panorama religioso contemporáneo.