El presidente ruso, Vladimir Putin, recibió este miércoles (21.08.2024) en el Kremlin al primer ministro chino, Li Qiang, quien, durante su visita oficial al país, firmó un acuerdo de cooperación en inversiones. “Nuestros países han desarrollado planes conjuntos a gran escala en las esferas económica y humanitaria, con la esperanza de que perduren por muchos años”, declaró Putin al inicio del encuentro, según informó la agencia de noticias RIA.
Putin, que visitó China en mayo pasado, destacó el éxito en el desarrollo de las relaciones comerciales bilaterales. Acompañado del ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, recordó que el 2 de octubre se celebrarán 75 años de relaciones diplomáticas y extendió una invitación a Li para asistir al Foro Económico Oriental que se realizará en septiembre en Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
Además, Putin envió sus saludos al presidente chino, Xi Jinping, quien se espera que participe en la cumbre del grupo BRICS el 22-23 de octubre en Kazán, Rusia. Li, quien ocupa su cargo desde marzo del año pasado, mencionó que esta es su primera visita a Rusia desde que asumió la jefatura del Consejo de Estado.
Li expresó que Pekín está dispuesto a trabajar con Rusia para fortalecer la cooperación integral. Destacó que la economía rusa ha mostrado un crecimiento estable “en los últimos dos años”, coincidiendo con la guerra en Ucrania, bajo la “acertada” dirección de Putin. China, “como amigo y vecino, se alegra sinceramente de tales logros”, comentó, subrayando que las relaciones bilaterales “se encuentran en un nivel sin precedentes” en la historia.
Hoy, Li y el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, firmaron un plan de cooperación en inversiones y varios memorandos en las áreas de transporte e industria química. Según la agencia Interfax, los planes bilaterales incluyen más de sesenta proyectos con un valor superior a los 138.000 millones de dólares.
Mishustin, por su parte, señaló la difícil situación externa y enfatizó la importancia de unir esfuerzos para defender intereses comunes, construir un orden mundial multipolar y coordinarse en la arena internacional. También acusó a los países occidentales de imponer “sanciones ilegítimas” y utilizar “métodos de competencia desleal” con el objetivo de “mantener su hegemonía global y limitar el potencial económico y tecnológico de Rusia y China”.