La fe cristiana, es parte de creer en aquello que no puedes ver, así como lo dice la palabra del Señor, si tenemos fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podríamos mover la montaña más grande, y recordar que para Dios no hay imposibles, con la sola instrucción del cielo a la tierra, Dios tiene el control absoluto de todo aquello que nos preocupa, así que entrégale tus cargas, descansa sabiendo que le has dado a Dios tus planes, decisiones, sueños y anhelos y aunque las cosas no sean siempre como tú quieres, necesitas entender que Dios necesita procesarte para que puedas recibir las promesas o aquello con lo que de corazón le has estado orando a Dios, clamando, tienes que pedirle que te ayude a caminar en fe, sin importar cómo luce tu situación actual.
La oración es tan importante para mí, ya que día con día me hace sentirme cerca de su presencia, con el tiempo he entendido que mi relación con Dios no depende de mi estado de ánimo o el cómo me sienta, debemos mantener nuestro compromiso con él, de decidir elegirlo todos los días, renunciar a los deseos de la carne para que le permitas a Dios hacer su voluntad en tu vida, que él pueda cumplir los planes que tiene para ti en tu vida, ya que muchas veces nosotros tenemos una visión a futuro de cómo podrían ser estos sueños que queremos, y podemos estarle pidiendo a Dios una flor, cuando él ya tiene preparado un jardín enorme solo para ti, necesitas que él te prepare para darte lo que le pides.
Las pruebas que Dios permite que pasemos nos fortalecen, moldean nuestro carácter y nos hacen crecer en nuestra fe, ya que la espera es parte de tu propósito en Dios, puede ser dolorosa, puedes sentir presión, pero todo esto tiene un sentido y puede que en este momento no lo entiendas, que cuestiones al padre preguntándole porqué a ti, teniendo mil y un preguntas, pensando que Dios no te quiere o que le da cosas a otras personas de tu alrededor por las que tu has estado orando durante mucho tiempo, y quiero que entendamos que cada persona, cada hijo o hija de Dios tiene un tiempo específico para el cumplimiento de su promesa, y no por esto debemos comparar nuestra situación o ponernos tristes y pensar que nunca llegará nuestro momento.
Cuando aprendemos a ser pacientes y esperar en el tiempo de Dios, veremos las cosas desde una perspectiva diferente, tendremos mejores herramientas para abordar lo que Dios quiere que enfrentemos sin temor en la vida, así como lo dice su palabra, no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder de amor y de buen juicio.
Debemos pedirle discernimiento a Dios para aprender a distinguir lo que viene de él, ya que muchas veces somos tentados por el enemigo y pensamos que esa bendición la trajo él, tengamos en cuenta que los planes del Señor no traen tristeza a nuestra vida, sus planes son de bienestar y no para nuestro mal, a fin de darnos un futuro lleno de esperanza.
El Señor me ha enseñado a caminar de su mano y a sólo depender de él, incluso en mi peor temporada, él va conmigo donde sea que vaya. Algo muy hermoso es que el Padre conoce nuestras necesidades y nuestros sentimientos tan profundos, incluso antes de que se lo pidamos, él conoce nuestro entorno y las cosas o personas que están a nuestro alrededor. El Padre nos hace ser más resilientes y fuertes, no importa el tamaño de la tormenta, aunque Dios no promete una vida color de rosa, pero si promete estar ahí para nosotros, levantarnos y renovar nuestras fuerzas.
Para mí el Padre ha sido siempre un gran mejor amigo con el que siempre puedo contar, y el mejor consejero del mundo, aquel Padre que nunca llega tarde, sino a tiempo, siempre es aquella luz en nuestro camino que nos invita a elegirlo dentro de nuestro libre albedrío, él solo pide un corazón dispuesto a renunciar al pecado por amarlo y a elegir una vida llena de rectitud, de dejar atrás aquello con lo que nacimos, aquello con lo que el mundo nos ha etiquetado, pero aquello que Dios ama y elige de nosotros, sabiendo que aunque no somos perfectos, él prepara a los menos elegidos, a los más rotos, y los prepara para hacer su obra más grande en tu vida. El padre quiere que te conviertas en el hombre o mujer de Dios que él quiere que seas, así que te invito a tener una relación con el Padre, está más cerca de lo que piensas de ti, a solo una oración, tú, ven a la presencia del Señor.