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Al observar el estado del mundo actual, no puedo evitar reflexionar sobre las palabras de Jesús en Mateo 24:7-14. Los conflictos entre naciones y pueblos parecen estar en aumento, y es difícil no ver en ellos el cumplimiento de las profecías de “nación contra nación, y reino contra reino.” Jesús también habló de “hambres, pestilencias y terremotos en diferentes lugares,” y en los últimos años, hemos sido testigos de eventos que parecen alinearse con estas advertencias.

Mientras el mundo permanece ciego, entretenido con lo que el mundo ofrece—distracciones, placeres y preocupaciones superficiales—los cristianos observamos cómo las profecías se cumplen ante nuestros ojos. A medida que el caos y la confusión aumentan, muchos prefieren ignorar las señales, viviendo como si estos eventos no tuvieran un significado más profundo. Sin embargo, aquellos que seguimos las enseñanzas de Jesús podemos ver cómo se desarrollan los eventos que Él predijo.

Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

Mateo 24:4-5

Conflictos Globales
En el ámbito global, los conflictos en el Medio Oriente, especialmente entre Israel y Palestina, son un recordatorio constante de las tensiones que pueden estallar en cualquier momento. Estas tensiones no se limitan a una sola región; la guerra entre Rusia y Ucrania ha sacudido al mundo, con naciones alineándose de un lado u otro, aumentando el temor de una escalada global.

La pandemia de COVID-19 es otro ejemplo de las “pestilencias” que Jesús mencionó. Esta crisis de salud pública afectó a millones en todo el mundo, causando no solo enfermedad y muerte, sino también una profunda crisis económica y social.

Al mismo tiempo, los desastres naturales, como los terremotos en Turquía y Siria, y los incendios forestales masivos en Canadá y Australia, parecen intensificarse, mostrando la fragilidad de la humanidad frente a las fuerzas de la naturaleza.

Conflictos en América Latina
En América Latina, las crisis sociales y políticas también parecen alinearse con la profecía. En Argentina, la crisis económica ha exacerbado las divisiones sociales y políticas, con protestas masivas y una creciente inestabilidad. Venezuela es otro ejemplo doloroso; la crisis humanitaria ha llevado a millones a huir del país, y las tensiones entre el gobierno y la oposición han provocado violencia y represión.

Perú ha enfrentado una profunda crisis política, con protestas que han sacudido al país y polarizado a la sociedad. En Chile, las protestas de 2019 y 2020 por la justicia social y los cambios estructurales mostraron cómo las tensiones internas pueden desestabilizar una nación. Cuba ha visto un resurgimiento de protestas contra el gobierno, con una respuesta dura que ha llevado a más sufrimiento y división. En Nicaragua, la represión del gobierno contra los opositores ha sido brutal, dejando al país en un estado de miedo y tensión constante.

Estos ejemplos, tanto a nivel global como en América Latina, me llevan a reflexionar seriamente sobre el mensaje de Jesús y cómo debemos responder en tiempos tan tumultuosos. Jesús nos llama a perseverar: “El que persevere hasta el fin, este será salvo.” Aunque los tiempos son difíciles, las promesas de salvación y esperanza en el evangelio siguen siendo ciertas. Estos eventos no solo parecen cumplir la profecía, sino que también nos llaman a la vigilancia y a mantener nuestra fe firme.

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

Mateo 24:6

Mientras los eventos actuales pueden parecer aterradores y caóticos, veo en ellos no solo el cumplimiento de la profecía, sino también una oportunidad para reafirmar nuestra confianza en las promesas de Dios y para participar activamente en la misión de compartir el evangelio con el mundo. En medio de la turbulencia, la misión de llevar el evangelio a todas las naciones se vuelve aún más urgente, ofreciendo esperanza y salvación a un mundo en crisis.

  • Gabriel Rivera

    Gabriel Rivera es desarrollador Web de profesión, convertido hace 25 años. Reside en Florida, USA, y se considera aconfesional. Le apasiona el estudio de la Palabra de Dios, así como leer, escribir y servir a los demás. Su vida gira en torno a la fe y al uso de sus habilidades tecnológicas para glorificar a Dios y ayudar a otros. discipulando.me | jesusidentity.org

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