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En los últimos años, he observado con creciente preocupación cómo el gobierno de Nicaragua, liderado por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, ha intensificado la persecución contra la Iglesia en el país. Este ataque contra la fe cristiana, que históricamente ha sido un pilar fundamental en la vida de los nicaragüenses, es más que una simple estrategia de poder; es un movimiento profundamente espiritual, en el que el régimen utiliza la brujería y el ocultismo para sostener su dominio.

Desde mi punto de vista, la persecución religiosa en Nicaragua no es únicamente una táctica política. Aunque es claro que Ortega ve a la Iglesia como una amenaza a su control, dado que muchos líderes eclesiásticos han alzado la voz contra las injusticias y violaciones a los derechos humanos, la raíz de esta agresión es más profunda. Ortega y Murillo no solo buscan silenciar a la Iglesia por razones políticas, sino que también intentan reconfigurar la identidad espiritual del país.

En este contexto, Rosario Murillo juega un papel clave. A menudo descrita como la “bruja” o “hechicera”, Murillo ha promovido abiertamente prácticas esotéricas y ha llenado el discurso oficial de referencias místicas y ocultistas. En un país donde la fe cristiana está profundamente arraigada, estas acciones no solo son extrañas, sino que representan un choque directo con los valores y creencias del pueblo. La Escritura nos advierte sobre aquellos que se apartan de la fe verdadera y se vuelven hacia lo oculto: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero” (Deuteronomio 18:10). Para mí, esto no es una coincidencia. La adopción de la brujería y el ocultismo en la esfera pública nicaragüense es una señal clara de que el régimen de Ortega ha optado por una confrontación espiritual, no solo política.

El uso de la brujería por parte de Murillo y Ortega no es solo un capricho, sino una herramienta de poder. Han creado un sistema en el que lo místico y lo esotérico se utilizan para manipular y controlar tanto a sus seguidores como a sus opositores. Esta mezcla de política y espiritualidad oscura me recuerda a las antiguas prácticas de los reinos paganos, donde los líderes buscaban asegurar su poder a través de rituales y sacrificios que, en última instancia, los alejaban de la verdadera fe. “No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11).

Desde mi perspectiva, este enfoque ha llevado al país a un estado de confusión espiritual. Al atacar a la Iglesia y promover la brujería, Ortega y Murillo no solo buscan consolidar su poder político, sino también reconfigurar la identidad espiritual de Nicaragua. Están intentando crear una nueva narrativa en la que ellos son los únicos líderes legítimos, incluso en el ámbito espiritual, relegando a la Iglesia a un segundo plano.

Esta situación me ha llevado a reflexionar profundamente sobre el estado de nuestra nación y el futuro que nos espera. “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:10). ¿Qué sucede cuando un gobierno no solo reprime la disidencia política, sino también la fe y la espiritualidad de su pueblo? ¿Qué implicaciones tiene esto para nuestra identidad como nicaragüenses y como cristianos?

Mi esperanza es que, a pesar de la persecución y las estrategias oscuras del régimen, la fe cristiana en Nicaragua prevalezca. “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). La historia nos ha enseñado que la Iglesia ha sobrevivido a muchas formas de persecución, y confío en que, con la ayuda de Dios, superaremos también este desafío. Pero para ello, es esencial que sigamos alzando nuestras voces, defendiendo nuestra fe y resistiendo las tentaciones del poder y la oscuridad. “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).

  • Gabriel Rivera

    Gabriel Rivera es desarrollador Web de profesión, convertido hace 25 años. Reside en Florida, USA, y se considera aconfesional. Le apasiona el estudio de la Palabra de Dios, así como leer, escribir y servir a los demás. Su vida gira en torno a la fe y al uso de sus habilidades tecnológicas para glorificar a Dios y ayudar a otros. discipulando.me | jesusidentity.org

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