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Seré muy sincera, durante mis veintes, las relaciones sentimentales para mí fueron un fiasco. Cada intento de relación fue incómoda, triste y dolorosa. Odié estar sola y ver que todos a mi alrededor tenían a alguien especial en sus vidas, menos yo. .

Por ende, el tema de la soltería me causó muchos conflictos, estrés y miedos, sobre todo el miedo de quedarme sola. Cada hombre que se acercó a mi, nunca llegó con buenas intenciones y al final solo me preguntaba, porque nadie podía quererme verdaderamente.

Mi proceso para sanar siempre fue largo, pues la desesperación de tener un novio, me llevó a estar con personas equivocadas, lo cual trajo consecuencias muy graves a mi vida, pero eso será tema para otra ocasión.

Lo único real y estable que tenía, era mi relación con Dios. Su presencia fue y sigue siendo un refugió y solo a través de su amor pude aprender lo que Él quería de mí en esa temporada de mi vida.

Entregarle a Dios mi soltería, me costó lágrimas, tuve que aprender a ser paciente, soltar a las personas que me dañaron, perdonarlas, aprender a perdonarme; pero al final logré disfrutar, abrazar y vivir con propósito esa etapa para llegar lista al matrimonio.

Dios me enseñó la importancia de ser entendidos en los tiempos. Su palabra dice en el libro de Eclesiastés 3:1 (NVI)

“Todo tiene su momento oportuno; hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo…”

y hoy quiero animarte a vivir tu soltería, si es que te encuentras en ella, de la mejor manera posible, como Dios quiere que sus hijos la vivan, encontrando contentamiento en la espera.

La soltería puede ser una temporada de mucho crecimiento, servicio y profunda conexión con Dios. A diferencia de lo que el mundo dice, la soltería no es una etapa para experimentar, probar y vivir lo que la vida nos ofrece desenfrenadamente, pero tampoco es un estado de espera pasivo. Es un regalo que nos permite una dedicación total a Dios, a su obra y que nos permite madurar.

Ahora viene la pregunta importante ¿Cómo puedo madurar y tener contentamiento en la soltería, cuando esta etapa me causa conflicto? Te comparto 5 puntos que puse en práctica y que hicieron de mi soltería una gran etapa.

Busca la satisfacción en Dios. Salmo 37:4 (NVI)

“Deléitate en el SEÑOR y él te concederá los deseos de tu corazón”.

La palabra deleitarse significa “obtener gran placer, satisfacción y felicidad”. El contentamiento proviene al deleitarnos en la presencia de Dios y en confiar en que Él tiene un plan perfecto para nuestra vida. Esto hace que perdamos de vista lo que nosotros queremos, para anhelar lo que Él desea.
¡No te desesperes! mejor busca la plenitud en Dios y confía en que a su debido tiempo, Él concederá los deseos más profundos de tu corazón.

Enfocarse en el propósito de Dios. Mateo 6:33 (NVI)

“Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas.”

La soltería ofrece una oportunidad única para enfocarse en buscar el Reino de Dios sin distracciones. Es la temporada perfecta para invertir tiempo en las cosas del Señor, de cómo agradarle y de consagrarse para Él tanto en cuerpo como en espíritu.

En 1 Corintios 7:8-9 (NVI) el apóstol Pablo nos enseña sobre la soltería y aconseja algo muy valioso:

“A los solteros, les digo que sería mejor que se quedaran como yo”.

Además, en los versículos 32 al 34 menciona: “Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarlo. Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa; sus intereses están divididos.”

¿Puedes darte cuenta? Dios usa la soltería para que estemos libres de preocupaciones y solo tengamos que enfocarnos en conocerle, adorarle, servirle y en crecer en nuestro propósito y llamado.
Ahora me encuentro en la etapa del matrimonio e hijos y me encanta. No extraño para nada la soltería, pero sí extraño el tiempo que esta me daba para servirle a Dios; con esto, no quiero decir que con tu familia no puedas hacerlo, pero créeme cuando te digo que Pablo tenía razón. Sí, sigo sirviendo al Señor, pero gran parte de mi día se va en atender deberes de familia, desde cambiar pañales, preparar la comida, atender a mi esposo, salir con los niños al parque; hasta atender nuestro negocio: “el casado se preocupa de las cosas de este mundo”. Nuestros intereses están divididos.

Dietrich Bonhoeffer, pastor protestante y teólogo luterano dijo: “La soltería puede ser una vida llena de propósito, consagrada a Dios y a su obra”. Y en eso se convirtió para mi. Ahora considero que tuve un privilegio por parte de mi Señor.

Aceptar la Voluntad de Dios con Gratitud. 1 Tesalonicenses 5:18 (NVI)

“Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”

El contentamiento se cultiva al aceptar la situación actual con un corazón agradecido. Créeme cuando te digo que para mí no fue fácil aceptar la voluntad de Dios en ese tiempo; pero abracé mi soltería y comencé a ser agradecida, reconociendo que es parte de su voluntad. Esa decisión me permitió ver todas las bendiciones y oportunidades que esa etapa ofrece

John Piper, predicador evangélico bautista y escritor estadounidense, dijo una frase muy certera:

“La soltería, al igual que el matrimonio, es un don que nos permite enfocarnos en la misión que Dios nos ha dado”.

Fortalecer la Fe y la Confianza en Dios. Filipenses 4:11-13

“He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación… Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Como Pablo, el contentamiento se aprende al depender de la fuerza y provisión de Cristo, pues en Él se encuentra la capacidad de estar satisfechos en cualquier situación, sabiendo que Él es suficiente, pues su amor llena todo vacío que podamos sentir en nuestro corazón.
En la soltería, uno puede llegar a sentirse tentado, sólo, triste o deprimido, pero con la ayuda y fuerza de Dios, es posible vivir esa etapa de una forma que le glorifique. Tus mejores armas son la oración e intimidad con el Espíritu Santo, son cruciales para desarrollar aún más tu fe y confianza en él.
Cito a Henry Nouwen, sacerdote católico holandés, autor de más de 40 libros sobre espiritualidad, quien expresó: “La soltería es un tiempo de intimidad con Dios, donde aprendemos a depender únicamente de su amor.”

Cultivar Relaciones Espirituales y Comunidad. Hebreos 10:24-25

“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacer algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

En la soltería, es vital formar y fortalecer relaciones dentro de la comunidad cristiana. La comunión con otros creyentes trae apoyo, aliento, y un sentido de pertenencia, lo que ayuda a mantener el contentamiento al caminar en la fe junto con otros. Es ahí donde aprendemos a tener buenos amigos, además, siempre he creído que de una bonita amistad, puede surgir una hermosa relación de noviazgo que tenga como propósito llegar al matrimonio.

Termino con la frase del pastor Timothy J. Keller, autor evangélico ampliamente reconocido.

“En la soltería podemos experimentar el amor de Cristo, de una manera profunda, que nos prepara para amar a otros sin reservas”.

En conclusión, lejos de ser un tiempo de espera pasiva o desenfrenada, la soltería es una oportunidad divina para crecer en fe, servir a Dios con dedicación y descubrir tu propósito en tu vida.
¡Abraza esta temporada con alegría!, sabiendo que Dios, su Espíritu Santo y Jesús están trabajando en ti, preparándote para grandes cosas. Jeremías 29:11 (NVI) dice: “Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”
Hoy oro en el nombre de Jesús para que tu vida cobre sentido en esa etapa y para que todo dolor, desesperación o depresión se vayan de tu vida y sea el amor de Cristo, el que te llene por completo.

En la espera, el verdadero contentamiento se encuentra al descubrir que, aunque soltera, nunca estamos solas; Dios nos acompaña con un amor inquebrantable y un propósito perfecto.

  • Victoria Sánchez

    Victoria Saraí Sánchez Garza, tiene 33 años y es Lic. en Ciencias de la Comunicación con acentuación en Periodismo por la UANL. Esta casada y es mamá de dos bebés varones.

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