En medio de un mundo lleno de incertidumbre, encontrar un propósito sólido y significativo puede parecer un desafío enorme. Sin embargo, la Biblia nos guía con claridad y nos llama a vivir una vida con un propósito eterno en Cristo Jesús. A través de las Escrituras, aprendemos que este propósito no depende de nuestras habilidades o méritos, sino de la infinita gracia de Dios, quien nos ha llamado desde la eternidad para cumplir con su voluntad divina.
Un Propósito Santo Desde la Eternidad
Dios nos ha llamado con un propósito santo, no basado en nuestras obras, sino en su gracia inmerecida. Como dice 2 Timoteo 1:9 (NBLA), “quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad”. Nuestro propósito no es algo que creamos por nosotros mismos; es algo que Dios diseñó para nosotros antes de la creación del mundo. Este propósito se manifiesta en nuestra relación con Él, nuestra dedicación a su Palabra y nuestro compromiso con la fe.
Unidos en un Mismo Espíritu y Amor
Para vivir con propósito, es esencial estar en unidad con otros creyentes, compartiendo un mismo sentir y conservando el amor en el Espíritu. Filipenses 2:2 (NBLA) nos exhorta a “haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito.” Esta unidad refleja la obra de Dios en nosotros, llamándonos a vivir de una manera que glorifique Su nombre. Al mantenernos unidos en un mismo propósito, caminamos juntos en armonía, edificándonos unos a otros en amor y viviendo como testimonio de la gracia de Dios ante el mundo.
Nuestra Vida Está Escondida en Cristo
El apóstol Pablo también nos recuerda que nuestra verdadera vida está escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3, NBLA). Vivir con propósito significa reconocer que hemos muerto a nuestra antigua vida de pecado y ahora vivimos para Cristo. Esta nueva vida no se trata de nuestros logros terrenales, sino de rendirnos completamente a Él y permitir que guíe cada paso. El propósito divino no solo nos da dirección, sino también una profunda seguridad de que estamos exactamente donde Dios quiere que estemos.
Obteniendo la Salvación de Nuestras Almas
La fe es fundamental para una vida con propósito. 1 Pedro 1:9 (NBLA) afirma que, como resultado de nuestra fe, obtenemos “la salvación de nuestras almas.” La fe nos mantiene firmes, incluso en medio de dificultades, porque sabemos que nuestra vida está en manos de Dios y que Él es quien obra en nosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito (Filipenses 2:13, NBLA). Al confiar en Dios, nos guía hacia su propósito perfecto para nuestras vidas.
Sosteniendo Firmemente la Palabra de Vida
Para vivir con propósito, necesitamos sostener firmemente la Palabra de vida. Filipenses 2:16 (NBLA) nos exhorta a mantenernos firmes en la verdad de la Palabra de Dios, asegurándonos de que nuestro trabajo en el Señor no sea en vano. Esta firmeza en la fe y en la Palabra nos permite vivir una vida que glorifica a Dios y cumple con su voluntad.
Cumpliendo el Propósito de Dios en Todas las Cosas
El libro de Job nos recuerda la soberanía absoluta de Dios: “Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado” (Job 42:2, NBLA). No importa cuáles sean nuestras circunstancias, podemos confiar en que Dios tiene un propósito perfecto para nuestras vidas. Él nos creó para buenas obras, preparadas de antemano para que andemos en ellas (Efesios 2:10, NBLA).
Vivir en Abundancia en Cristo
Jesús vino para que tengamos vida, y para que la tengamos en abundancia (Juan 10:10, NBLA). Esta abundancia no se refiere solo a lo material, sino a una vida plena en Cristo, llena de gozo, paz y propósito. Vivir con propósito significa seguir a Cristo con todo nuestro corazón, reconociendo que nuestra vida en Él es nuestro mayor tesoro.
Perseverando Hacia la Meta
Finalmente, vivir con propósito es un camino de perseverancia y dedicación. Como dice Pablo en Filipenses 3:14 (NBLA), “prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Esta meta es conocer a Cristo, servirle fielmente y vivir de acuerdo con su voluntad. Al hacerlo, glorificamos a Dios y encontramos un propósito eterno que trasciende cualquier logro terrenal.
El Propósito de Dios Prevalece Dios ha preparado un propósito único y eterno para cada uno de nosotros. Vivir con propósito significa rendirnos completamente a Él, buscar su guía en cada paso y confiar en que Él está obrando en nosotros para su gloria. Al mantenernos firmes en su Palabra, permanecer en unidad con otros creyentes y perseverar en la fe, podemos vivir de manera que cumplamos el propósito para el cual fuimos creados. Como nos dice Isaías 46:10 (NBLA), “Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré.” Que nuestras vidas reflejen siempre este propósito divino, llevando gloria a Su nombre y edificando Su Reino en la tierra.
Me encantó este artículo es de mucha bendición para mí vida que Dios le siga dando de su sabiduría y gracia e inteligencia y la siga usando de grande manera muchas bendiciones un abrazo grande 🤗🤗🙌🙌
Marielin me encanto tu articulo y a travez de el me permite crecer espiritualmente y guiarme y avanzar mucho en los propositos de Dios, para con mi vida y las de los demas,muchisimas gracias por este articulo ,Dios te siga entregando conocimiento y sabiduria.exito por lo que tengas por delante Dios te bendiga siempre. Amen
Muchas gracias por su comentario Cinthya y Oscar, me reconforta y me alegra mucho saber que ha sido de bendición para sus vidas, espero que el Señor les continúe bendiciendo en gran manera, les de sabiduría y guie siempre sus caminos . Bendiciones infinitas 🙂
Excelente publicación, el Señor te está usando de una manera extraordinaria. Un abrazo.